Para prepararse para el estudio hay que tener en cuenta:
Actitud: estar dispuesto a estudiar para aprender con todo aprovechamiento. El tiempo de estudio se utiliza para estudiar, no sólo para hacer ver a otros que se está estudiando.
Objetivos y metas concretas del estudio que se va a realizar: por ejemplo, leer y subrayar el tema 5. Memorizar la tabla del 5.
Mesa de estudio en orden y con todos los materiales de trabajo necesarios a mano. Tener lo necesario, pero nada más que lo necesario. No podemos perder el tiempo buscando los subrayadores cada vez que los necesitemos.
Evitar ruidos, molestias, distracciones, preocupaciones, etc; todo aquello que pueda distraer su atención de la tarea de estudiar. Cuidado con el móvil y la tecnología, no podemos estar pendientes del estudio y de las RRSS.
La sesión de estudio, por muy importante que sea, es una actividad más dentro de las veinticuatro horas del día. El módulo ideal - unidad de tiempo - para una sesión de estudio es de dos o tres horas consecutivas, según las circunstancias personales y la dificultad del tema de estudio.
Situar las sesiones de estudio en el mejor momento y lugar, según su criterio y teniendo en cuenta las circunstancias ambientales más próximas: por la mañana, por la tarde o por la noche, alejadas de las horas de las comidas, buscando las horas de más tranquilidad en casas. Todos los días en el mismo espacio - el lugar de estudio -, y a las mismas horas.
Organizar la sesión de estudio de acuerdo con su ritmo personal de trabajo, realizando todas las pausas y descanso que se consideren necesarios. Que sean breves, no más de diez minutos, que se puedan emplear en hacer ejercicios físicos.
Distribuir las materias de trabajo y su dificultad a lo largo de la sesión conforme a la planificación y las urgencias que tenga planteadas. Como orientación puede servir la siguiente distribución: comenzar por una materia de dificultad media; seguir con la materia de mayor dificultad y terminar con una materia relativamente fácil, intercalando los descansos correspondientes.
Desarrollar la sesión con una actitud activa y positiva ante las materias a estudiar; papel y lápiz a manos, actuando, manipulando y elaborando, materialmente los conocimientos. Hay que concentrar la atención al máximo, consciente de que en esos momentos se está haciendo lo más útil, aprovechable y lo más importante que se tenía que hacer.
Evaluar la sesión de estudio.
No debe levantarse de la mesa de estudio sin haber autoevaluado el desarrollo de la sesión, en breves minutos.
Valorar la calidad y cantidad de trabajo realizado, que aspectos le han ido bien, en qué ha fallado, qué le podría ir mejor, que le convendría para la siguiente sesión, etc.
Mediante la autoevaluación, reconociendo sus propios acierto y errores, podrá ir mejorando progresivamente su método de estudio.